lunes, 6 de marzo de 2017

JUANA AZURDUY. PATRIOTA AMERICANA

El 3 de marzo de 1816 la heroína boliviana Juana Azurduy de Padilla, al frente de 200 mujeres indias a caballo, derrota a las tropas españolas en Bolivia, libera a su esposo el general Manuel Ascensio Padilla que estaba prisionero desde 1814 y es nombrada teniente coronel, siendo así la primera mujer con rango militar en el mundo.
Azurduy, símbolo del compromiso de las mujeres latinoamericanas por las luchas independentistas, nació el 12 de julio de 1780 en Toroca, departamento de Potosí, mientras estallaba y se expandía la rebelión de Tupac Amaru. Quedó huérfana muy pequeña y pasó su infancia en un convento de monjas de su provincia natal.
En 1802 a los 22 años se casó con el general Manuel Ascensio Padilla, con quien tuvo cinco hijos y el 25 de mayo de 1809 cuando estalla la revolución en el Alto Perú, ambos se unieron a los ejércitos populares creados tras la destitución del virrey y lucharon en las guerras que comenzaron en Chuquisaca y La Paz.
Allí colaboró junto a su esposo con las tropas enviadas desde Buenos Aires en la organización del escuadrón "Los Leales” para liberar el Alto Perú.
Además, Juana Azurduy estuvo al frente de un ejército de indias, mestizas y criollas, apodadas “Las amazonas”, dispuestas a dar la vida por la liberación de sus pueblos. Este proceso fue fundamental para resquebrajar el poder virreinal en la región del Alto Perú.
Ayudó a crear una milicia de más de diez mil indios, comandó varios de sus escuadrones y libró más de treinta combates.
En 1810, se incorporó al ejército libertador del argentino Manuel Belgrano, quien llegó a entregarle su propia espada en reconocimiento a su labor. En agosto de 1816, se unió a la guerrilla de Martín Miguel de Güemes.
Juana y su marido vivieron momentos extremadamente críticos en medio de la lucha, tanto que sus cuatro hijos mayores Manuel, Mariano, Juliana y Mercedes murieron de hambre.
Poco tiempo después, Juana que esperaba a su quinto hijo, fue herida durante la batalla de La Laguna y quedó viuda cuando su esposo intentó rescatarla.
El cuerpo del general fue colgado por los realistas en el pueblo de la Laguna y la heroína, incluso en su estado, y al mando de un centena de soldados lo rescató.
Azurduy lo fue perdiendo todo, su casa, su tierra, cuatro de sus cinco hijos, su esposo, pero jamás la dignidad, el coraje y la firme voluntad revolucionaria.
En 1825 el libertador Simón Bolívar, visitó a Azurduy y tras ver la condición miserable en que vivía, la ascendió al grado de coronel y le otorgó una pensión.
Murió el 25 de mayo de 1862 en la provincia de Jujuy, a los 82 años de edad, en la soledad, el olvido y la pobreza absoluta, fue enterrada en una fosa común y 100 años después sus restos fueron exhumados y depositados en un mausoleo que se construyó en su homenaje en la ciudad de Sucre.

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