A15 AÑOS DEL ARGENTINAZO

Era el año 2001, la recesión económica era un hecho insoslayable pero no por las cosas del destino sino por un gobierno que decidió tener de ministro de economía a Domingo Felipe Cavallo. La promesa de “déficit cero” implicó un fuerte ajuste sobre los trabajadores y jubilados de nuestro país, con el recorte del 15% de los salarios, todo a instancias de las directivas del FMI y la banca internacional. Como De la Rúa y el superministro Cavallo seguían sin poder detener la sangría de la fuga de capitales, primero festejaron el acuerdo denominado “Megacanje” que su único impacto fue el crecimiento de la deuda externa en 2.255 millones de dólares – sin olvidar las jugosas sumas que obtuvieron los bancos en concepto de comisiones – y luego a principio de diciembre de ese mismo año, decretaron la restricción de la libre disposición de dinero en efectivo de plazos fijos, cuentas corrientes y cajas de ahorros, medida conocida como el “corralito”.
La grave crisis generada por el gobierno nacional se reflejó en las elecciones legislativas donde perdió la mayoría en el Congreso. Ajuste sobre el salario, crecimiento de la deuda externa (“Blindaje” y “Megacanje”), fuga de capitales, recesión económica, flexibilización laboral, confiscación de activos (“corralito”), pobreza de más del 35% y una desocupación trepando el 18%. Esta situación tuvo como consecuencia que los distintos sectores sociales salieran a las calles a protestar, los ahorristas, la CGT, y miles y miles de pobres afectados por las medidas económicas.
Así fue que el camino al estallido social fue allanado cuando la noche del 19 de diciembre, De la Rúa decretó el Estado de Sitio por cadena nacional. Lejos de acatar la medida, el pueblo salió a las calles con cacerolas y banderas argentinas de forma pacífica. En la mañana del 20 la concentración de personas continuaba y adquiría un efecto multiplicador. Bajo la excusa de liberar la Plaza de Mayo, la Policía Federal desató una feroz represión sobre los manifestantes con gases, palos y balas de plomo. Conforme pasaban las horas, las víctimas fatales se sucedían, no solo en la plaza sino en todo el país. Mientras la sangre corría por las calles, De la Rúa presentaba su renuncia y se retiraba en el tristemente célebre helicóptero presidencial.

El denominado “Argentinazo” fueron las jornadas del 19 y 20, en el que heroicamente el pueblo argentino salió a las calles a luchar contra el régimen neoliberal. Es menester recordar a aquellas víctimas que dejaron la vida por un país más justo, para no olvidar: Graciela Acosta de 35 años,  Carlos "Petete" Almirón de 24 años, Ricardo Álvarez Villalba de 23 años, Ramón Alberto Arapi de 22 años, Rubén Aredes de 24 años, Elvira Avaca de 46 años, Diego Avila de 24 años, Gustavo Ariel Benedetto de 30 años, Walter Campos de 17 años, Jorge Cárdenas de 52 años, Juan Delgado de 28 años, Víctor Ariel Enriquez de 21 años, Luis Alberto Fernández de 27 años, Sergio Miguel Ferreira de 20 años, Julio Hernán Flores de 15 años, Yanina García de 18 años, Roberto Agustín Gramajo de 19 años, Pablo Marcelo Guías de 23 años, Romina Iturain de 15 años, Diego Lamagna de 26 años, Cristian Legembre de 20 años, Claudio "Pocho" Lepratti de 35 años, Alberto Márquez de 57 años, David Ernesto Moreno de 13 años, Miguel Pacini de 15 años, Rosa Eloísa Paniagua de 13 años, Sergio Pedernera de 16 años, Rubén Pereyra de 20 años, Damián Vicente Ramírez de 14 años, Sandra Ríos, Gastón Marcelo Riva de 30 años, José Daniel  Rodríguez, Mariela Rosales de 28 años, Ariel Maximiliano Salas de 30 años, Carlos Manuel Spinelli de 25 años, Juan Alberto Torres de 21 años, José Vega de 19 años, y Ricardo Villalba de 16 años.