miércoles, 15 de febrero de 2017

SCALABRINI ORTIZ. EL DESCUBRIDOR DE LA REALIDAD NACIONAL

Por Omar Rojo, director a cargo del Museo Histórico Regional Ichoalay

El 14 de febrero de 1898 nace en Corrientes Raúl Scalabrini Ortiz, uno de los mayores patriotas de nuestro país.
Hijo de un prestigioso naturalista, Pedro Scalabrini, sus años de niñez y juventud transcurren en su Corrientes natal, Entre Rios y finalmente Buenos Aires. Se forma en la Universidad de Buenos Aires, donde paralelo a sus estudios se conforma su vocación por las letras, vinculándose a los jóvenes como Jorge Luis Borges o Leopoldo Marechal que se forman en la metafísica de Macedonio Fernández. Asimismo viaja por distintas regiones del país y conoce Francia, de donde vuelve profundamente decepcionado por el desdén hacia los latinoamericanos que encuentra.
En 1931 publica el Hombre que está solo y espera. Con esta obra logra un importante reconocimiento en los círculos literarios y culturales del país. Sin embrago lo atosiga la contradicción que se desnuda ante sus ojos de un país de hombres, mujeres y niños hambrientos que produce vastas riquezas. Impulsado por el sufrimiento de sus compatriotas abandona tempranamente una prometedora carrera de literato para dedicarse a la investigación socio histórica y la militancia política en el contexto de la profunda crisis económica mundial.
Sus investigaciones encuentran la anatomía del colonialismo y la sujeción argentina. Un detallado análisis de las propiedades de los puertos, los frigoríficos y los ferrocarriles lo lleva a comprender como el capitalismo británico es el gran beneficiario de la producción y la riqueza argentina. El pacto Roca-Runciman (1933), símbolo de la dependencia confirma que sus análisis son profundamente acertados y lo terminan de acercar a las filas del radicalismo yrigoyenista que había sido expulsado del gobierno con el golpe de Estado del 6 de septiembre de 1930. Participa en la sublevación del general Pomar en el marco de la Resistencia Radical. El fracaso de esa experiencia lo obligan al exilio en Europa.
En 1934 regresa al país. Muerto Yrigoyen, el radicalismo avanza rápidamente a la incorporación al régimen político basado en el fraude electoral y los negociados con las poderosas empresas extranjeras. Traba relación con los jóvenes militantes de FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina), entre los que se encontraban Luis Dellepiane, Gabriel del Mazo, Arturo Jauretche, Héctor Maya y Dario Alessandro entre otros. Publica numerosos artículos en el períodico Señales y brinda el resultado de sus investigaciones en los Cuadernos de FORJA.
Para finales de la década de 1930 edita dos obras fundamentales en términos de análisis históricos económicos del país, Historia de los ferrocarriles en Argentina y Política Británica en el Río de la Plata. En la primera  detalla el papel de los ferrocarriles como herramienta fundamental de la expansión de los intereses británicos sobre la geografía del país. Da cuenta del tendido en abanico propiciado únicamente para extraer las riquezas que nuestro suelo producía e impedir todo atisbo de desarrollo industrial e integración nacional mediante un pérfido sistema de fletes y tarifas.
En Política Británica en el Río de la Plata detalla las características históricas de las relaciones políticas y económicas de Gran Bretaña en la cuenca del Plata, dando cuenta de la expansión de los intereses británicos y el sometimiento de nuestro país a partir de 1853.
Con los recursos que percibe de una herencia familiar funda el periódico Reconquista en el cual defiende la neutralidad argentina ante la Segunda Guerra Mundial. Afirma que el carácter del conflicto es de intereses interimperialista que pretenden arrastrar a la Argentina a una contienda en la que nada sacará más que la muerte de sus jóvenes. La presión de la superestructura cultural lo deja sin anunciantes y el emprendimiento cierra al cabo de 41 días.
El golpe de Estado de 1943 lo sorprende, aunque no siente inicialmente mayor expectativa por ese movimiento político. No obstante el devenir de la experiencia política lo lleva a conocer el coronel Perón, a quien plantea la necesidad de nacionalizar los ferrocarriles. El 17 de octubre de 1945 lo encuentra en la multitud que da nacimiento al peronismo en la Plaza de Mayo. El triunfo del nobel movimiento en la elecciones de 1946 lleva a Perón a la presidencia desde donde convoca a Scalabrini a colaborar en la acción de gobierno. Inspirado en la revolución que se vive en el país escribe y edita el ensayo Tierra sin nada, Tierra de Profetas.
Aunque Scalabrini rechaza sumarse como funcionario le pide a Perón que nacionalice los ferrocarriles y dicta numerosas conferencias auspiciando la medida al tiempo que edita el folleto Los ferrocarriles deben ser del pueblo argentino. La feliz noticia para los intereses nacionales se produce el 13 de febrero de 1948. En esos mismos años dicta una serie de charlas que son editadas como folletos bajo el título de Yrigoyen y Perón. Identidad de una línea histórica. Allí brinda una de las más poéticas descripciones de la jornada del 17 de Octubre.
Si bien sostiene ciertas diferencias con el gobierno peronista, decide no hacerlas públicas y cuando se produce el golpe de Estado de 1955 rápidamente se da cuenta de los intereses extranjeros detrás del derrocamiento de Perón. Ello lo lleva a retornar a la esfera política combatiendo el proyecto colonial de la Revolución Libertadora. Escribe en periódicos que sufren la censura de los "libertadores". A partir de 1956 se suma a la redacción de la revista Qué, vinculada al frondicismo. Considera ya para ese momento que es necesario romper la línea de continuidad de la dictadura de Aramburu y Rojas que se traducía en la UCR del Pueblo de Ricardo Balbín y en las fuerzas menores que activamente respaldaban la dictadura.
Junto a Arturo Jauretche se convierte en uno de los principales voceros contra la política de entrega del gobierno dictatorial que entre otras medidas desnacionaliza el comercio exterior y suma a la Argentina al FMI. En 1958 respalda la candidatura de Arturo Frondizi, convencido que es la oportunidad para desarrollar nuevamente una política nacionalista como la interrumpida en 1955. El acuerdo secreto entre Perón y Frondizi lleva a este último a la presidencia con el apoyo de los votos del peronismo proscrito.
No obstante rápidamente se desilusiona de la experiencia frondicista. Descree de cualquier posibilidad de desarrollo con las leyes de Inversiones Extranjeras que sanciona el gobierno para favorecer la radiación de inversiones norteamericanas en el país. Asimismo se opone a la privatización del Frigorífico Lisandro de la Torre y los acuerdos con el FMI. No obstante las fuerzas del patriota van decayendo. Enfermo de cáncer fallece el 30 de mayo de 1959 dejando un enorme legado consistente en analizar la realidad nacional desde los intereses nacionales y con una profunda fe en la potencialidad del pueblo argentino.


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